La memoria de tu pulso, la memoria... díscola y traicionera, te borrará y te traerá con la marea. Donde cada ola será una dentellada de vacío. Donde el mar se tragará el registro de tus besos. Donde los relojes parados ni andan ni se marchitan.
Y para entonces, si es que llega, habrán pasado demasiadas lunas, desde que no las cuento.
El recuerdo y el olvido, dos palabras co0ntrapuestas que duelen por igual, y a menudo significan lo mismo.
ResponderEliminarCuídate.