No pretendo hacer un post sobre la energía nuclear, me falta mucho conocimiento, ni sobre el desastre japonés que obviamente ha inspirado este post... Aunque la situación es tremendamente cambiante podéis leer dos artículos a mi juicio claros y realistas (entre quienes nos venden el apocalipsis y quienes minimizan, es duro entender que puñetas está pasando):
http://www.lapizarradeyuri.com/2011/03/16/y-fukushima-no-resistio/
Sin embargo, más allá de la tragedia humana del terremoto y el maremoto, más allá del futuro de esta central, hay un debate, lógicamente reabierto (¿es estúpido saltar las alarmas cuando la energía nuclear es la misma de ayer o normal revisar los supuestos en que nos basamos?) en el que me he encontrado con posturas muy encontradas.
Una la podéis ver en el segundo artículo y se resume así: <<
La otra postura la vemos en el artículo de Ignacio Escolar en Público (http://www.escolar.net/MT/archives/2011/03/mentiras-a-prueba-de-terremotos.html):
A la hora del debate hay quienes se posicionan radicalmente en un lado, por razones, miedo o interés, hay quien promulga que el debate debe ser únicamente científico. No pretendo dar la solución si no más bien preguntar, sin embargo me voy a permitir reflexionar en lo que se refiere al debate. Los argumentos deben ser argumentos, pero, mucho me temo, que la decisión final es política, es económica, es ideológica. Más allá de que los argumentos sean, o deban ser, racionales y objetivos, una vez conocidos los riesgos (obviando manipulaciones), ¿que cómputo racional da la respuesta de cuando vale una vida humana, de que riesgo es aceptable? Al dueño de la nuclear un riesgo que compense con los beneficios le vale. A la población probablemente menos. ¿A quién le preguntamos? Siempre aceptamos riesgos, con el petroleo también, menores y más frecuentes, claro.
Un suceso que se da cada 10 ó 12 años (tomando el dato aproximado de Escolar) es raro, pero sucede. Claro, eso no implica que vaya a ocurrir cerca de tu central, eso es poco probable. Pero en un mundo con cada vez más energía nuclear, empieza a ser más probable. El precio a pagar es claramente más alto que los riesgos que los seres humanos solemos asumir.
Todas las centrales no son como las japonesas, o si, según como se mire, están diseñadas para un riesgo que el gobierno estipula como aceptable, acorde a los parámetros que unos técnicos con más o menos escrúpulos y objetividad certifican y la central asume porque le es suficientemente rentable. Es decir, que en España no necesitaríamos un terremoto de magnitud 9 para que se rompan, si no bastante menos.
La energía nuclear MIENTRAS NO SE JODE NADA es barata y, según sus defensores, limpia (a mi me parece que estamos acumulando cierta factura de escombros). Lo de barata es también un adjetivo peligroso, porque no sé (y cuando digo no sé, me refiero literalmente a eso) si lo seguiría siendo si tuvieran en cuenta los peores casos posibles "imposibles" según los científicos de La Información, pero que se acaban dando. En una cosa tienen razón, es imposible no asumir algún riesgo.
¿Significa eso que hay que asumir el riesgo? ¿Qué no deben construirse? ¿O, simplemente, que nuestra ideología influirá en el nivel de riesgo que asumamos?
PD: Recordáis el "Pero no te olvides de Haití" de Forges? Pues añadidme Libia por favor. (En Haití siguen teniendo una situación desastrosa y en Libia hay un hijo de puta a punto de volver a gobernar)
Como olvidar lo de Forges, un detallazo.
ResponderEliminarEn cuanto a la energía nuclear, los gobiernos están haciendo como que se preocupan y toman medidas para calmar a la población, pero en breve todo se olvidará y seguirá todo igual, lo cual me parece muy bien, porque la vida es riesgo, y como tal hay que asumirlo.
La vida es riesgo, de acuerdo, pero yo, que soy fan de los deportes de aventura, no jugaría voluntariamente a la ruleta rusa. Me refiero a que cualquier punto de referencia será arbitrario y elegido, no hay objetivamente un punto intermedio o adecuado. Sin embargo todos sabemos que no asumir ningún riesgo es inviable y que no queremos un desastre nacional a la semana.
ResponderEliminarLos debates ahora tienen algo de oportunista, de sesgado, es cierto, y sin embargo cada dato nuevo es algo de lo que aprender.
A mi, ya ves, me parecería irresponsable no tomar nota y ser conscientes de que riesgos elegimos, quienes y a que precio. Aunque entiendo a lo que te referías antes.
Interesa que estemos confusos y asustados. A los poderosos, gobernantes faltos de escrúpulos, dueños de centrales nucleares, periodistas al servicio de... Es justo lo que buscan, lo que necesitan y les conviene. La "información" masiva, contradictoria y abrumadora está al servicio de la confusión. El periodismo no sirve para su fin verdadero y por lo tanto (tal como lo veo yo) toca apartarlo de la ecuación. Yo no creo que se deban "asumir riesgos" cuando esto se traduce en que mueran seres humanos siempre que no sean de mi barrio. Es despreciable si bien inevitable y tradicional.
ResponderEliminarSí que creo que la cuestión depende de la ideología no en un "sí" o un "no" tajante sino en un grado más o menos extremo de descaro a la hora de asumir tales riesgos, "el progreso a costa de" cualquiercosa / ciertascosas.
La ideología es también un arma de doble filo y si no recordemos nuestra historia reciente: http://www.youtube.com/watch?v=xg9p4Xcs52c
Tantas veces podríamos aplicar esa canción...
ResponderEliminarA mi a veces me cuesta lanzar juicios cuando toda opción me parece incorrecta.
Te dejo esto: http://blogs.publico.es/joaquin-sabina/2011/03/21/fukushima/
Gracias, Haidée. Sabina siempre tan lúcido, tan ingenioso.
ResponderEliminarEs el rayo que no cesa. Habrá que tomar aire y respirar hondo.
PD: Me acordé de ti un día hace ya algunas semanas: vine vestida de rojo y ningún toro envistió.