lunes, 6 de junio de 2011
Mi opinión personal sobre la votación de ayer en Acampada Málaga
jueves, 2 de junio de 2011
Caos de este blog que no le interesa a nadie.
jueves, 26 de mayo de 2011
Políticamente incorrecta
sábado, 21 de mayo de 2011
Niños y niñas: votad, monserga patrocinada por una indignada
abstenerse.
En Sol, Madrid, Málaga y en demasiadas ciudades a lo largo del mundo, los españoles se están, nos estamos, manifestando hartos de un sistema político que no solo no les representa, si no que les ofende a su dignidad como ciudadanos, que les ofende. Por este motivo, hemos tomado las calles, las plazas, para decir bien alto, que no queremos que nos sigan tomando el pelo, que no seremos más esa generación pasota que antes despreciaban y ahora temen.
Cuando me han preguntado para qué manifestarse si ya podemos votar dije "porque votar no es suficiente", pero ahora añado, no es suficiente pero sí necesario. Sé que estáis cansados de la política y sus políticos, pero la política no es otra cosa que como creemos que debe funcionar la sociedad (y todos tenemos una idea de como debe ser) y si os habéis manifestado es porque os importa, porque sí os afecta. Sé que pensáis que el voto en blanco, la abstención o el voto nulo son un castigo, pero yo no lo creo, y me explico. Sí, es un castigo, pero un castigo moral, y si eso les importara, jamás habríamos llegado aquí. Yo creo, firmemente, que además de concienciarles a ellos y la sociedad hay que castigarles. Y eso solo se hace de un modo: intentando que pierdan poder a través de los partidos minoritarios (a ser posible aquellos que ya son conocidos y tienen más facilidad de sobrepasar ese 3% necesario para estar representados, por ende).
Porque queremos cambiar las cosas, porque queremos salir de este bipartidismo donde la desvergüenza ya parece pactada y donde nos sentimos atrapados e indefensos. Me he pasado la vida oyendo que nada que no sea PP y PSOE eran una opción, con lo que millones de votantes, que no creen en ellos, les han votado, dándoles un poder que no merecen. Pero si nos ponemos de acuerdo, si confiamos, podemos.
Es cierto que el voto nulo (simplemente votas a el Monstruo de Espagueti Volador y no se cuenta), o la abstención (te quedas en casa calentito), no cuentan, pero es que yo creo que debemos querer contar, sin ir más lejos, hay muchos partidos que apoyan un cambio de la ley electoral, entre otras cosas, solo por eso, merecen la pena. Pero cuidado (warning!!) el voto en blanco SÍ afecta y no como los que nos hemos estado manifestando estos días queremos. Eso ocurre porque cuentan para el recuento total de votos por los que luego se calcula la distribución de escaños y dificultan a los partidos minoritarios conseguir el 3% para entrar. Como dice http://anaaldea.es/manual-de-voto-para-desencantados “Por ejemplo, para que un partido esté en las Cortes Valencianas, si han acudido a las urnas dos millones de personas, necesita 100.000 votos. Pero si además hay 150.000 sufragios en blanco, precisa 7.500 más. Por eso se suele decir que el voto en blanco favorece a los partidos mayoritarios"
Para más información sobre votos, aquí mi amiga la wikipediahttp://es.wikipedia.org/wiki/Voto_en_blancohttp://es.wikipedia.org/wiki/Voto_nulo y aquí la legislación vigente para el que tenga ganas ;) http://www.mir.es/SGACAVT/derecho/lo/lo05-1985.html
Por eso creo que mañana hay que salir y decirles que no sólo estamos descontentos, si no que tenían razón en tenernos miedo.
Sobre las acampadas y manifestaciones para los perdidos (enterados abstenerse ;) )
Buenas, escribo esto, para no explicar uno por uno lo que pienso, e intentar que, lo apoyéis o no, los que no estáis del todo dentro, entendáis que está pasando en las manifestaciones y las acampadas.
Las acampadas surgieron tras una manifestación convocada por una plataforma denominada“Democracia Real Ya”, cuyo manifiesto podéis leer aquí: http://democraciarealya.es/?page_id=88pero que os puedo resumir con lo siguiente: es un grupo de gente que nació en Internet cabreado con un bipartidismo donde no solo no se sienten representados si no al que acusan de no cuidar de sus intereses si no los del poder. Sí, es muy vago y amplio, pero estalló la chispa que había de surgir del descontento general. Pronto gente de otras plataformas previas como “No les Votes” se agregaron, aunque no sean los convocantes. Me gustaría aclarar que “No les Votes” no fueron el inicio, pero es normal que se solapen en cierto modo, pues si bien es un movimiento que surgió a raíz del descontento por la llamada “ley Sinde”, rápidamente se extendió a un enfado generalizado con las dos grandes formaciones de nuestro país, principalmente por las acusaciones de corrupción. Es importante subrayar que ni “Democracia Real Ya”, ni “No les Votes” fomentan o pretenden fomentar la abstención, sólo se pretende castigar mediante el voto este tipo de actuaciones votando a partidos minoritarios, pero sin entrar en a quién debe votar cada uno para mantener el espíritu de unión de estas protestas, donde cabe cualquier ideología política. Si quieres hay mil movimientos con similares pero distintas reivindicaciones: todas nacen del descontento generalizado, de una crisis que causaron quienes se siguen enriqueciendo y pagamos todos con el beneplácito de quienes se jactan de defender nuestros intereses, de unos políticos que llevan años tratándonos como a un parvulario sin voz ni voto, sin opinión, de la vergüenza que da oírlos mentir, actuar y robar.
Como dije esas propuestas eran un poco vagas, pero en las asambleas que se han ido celebrando se han ido llegando a diferentes acuerdos, algunas de las propuestas concretas más importantes que se hacen son: cambio de la ley electoral (que es el principal freno para que estas respuestas tengan repercusión), fuera los imputados de las listas, listas abiertas, más transparencia en las administraciones y que las decisiones económicas no se tomen por influencia de Lobbies o “mercados”, entre otras.
¿Qué pretendemos conseguir? ¿Tiene alguna repercusión? ¿Por qué no mostramos el descontento en las urnas? Lo haremos, pero no es excluyente. Queremos hacer más porque dada la situación votar y callar no nos parece suficiente http://www.escolar.net/MT/archives/2011/05/hartos-del-votar-y-callar.html. Y sí, repercusión tiene. Puede ser aún mayor o menor. Estará por ver. Pero estamos diciendo a la clase política que estamos hartos, que queremos ser tomados en serio, a los ciudadanos que están hartos, que no están solos, y que sí podemos cambiar algo. En las elecciones miles de personas votan al PP o al PSOE porque creen que nada puede cambiar, nosotros pensamos que no es así. Que sí los partidos minoritarios, cuales sean, consiguen participación, se la roban al PP y al PSOE, y por una vez, tendrán algo que perder, porque estaremos más cerca de cambiar la ley electoral y porque PP y PSOE sabrán que su actitud se castiga, y si uno quiere dejar de perder votos, entonces el otro no tendrá mas remedio que cambiar algo, aunque sea por oferta y demanda.
Hay muchas preguntas y respuestas, algunas aquí: http://www.publico.es/espana/376979/diez-respuestas-indignadas-elecciones2011
¿Hasta cuando estamos y que esperamos conseguir? ¿Qué más da? La gente ha reaccionado, hemos dicho “basta”, sólo por eso, valía la pena, es posible que las acampadas se disuelvan tras el domingo, aunque es imprevisible, quizás antes de las generales tengamos una sorpresa ;) Si además en estas o las siguientes elecciones gracias a las acampadas, las manifestaciones, la repercusión mediática, y los votos, conseguimos más participación ciudadana, más representación de otros partidos, que echen a los corruptos de las listas etc, cosas muy factibles, habremos dado un paso gigante en un largo camino. Ahora es el momento; esto ha empezado y, aunque aún no sepamos donde vaya a acabar, hay que echar el resto, decir que nos importa, salir a la calle.
miércoles, 16 de marzo de 2011
Fukushima y la energía nuclear.
No pretendo hacer un post sobre la energía nuclear, me falta mucho conocimiento, ni sobre el desastre japonés que obviamente ha inspirado este post... Aunque la situación es tremendamente cambiante podéis leer dos artículos a mi juicio claros y realistas (entre quienes nos venden el apocalipsis y quienes minimizan, es duro entender que puñetas está pasando):
http://www.lapizarradeyuri.com/2011/03/16/y-fukushima-no-resistio/
Sin embargo, más allá de la tragedia humana del terremoto y el maremoto, más allá del futuro de esta central, hay un debate, lógicamente reabierto (¿es estúpido saltar las alarmas cuando la energía nuclear es la misma de ayer o normal revisar los supuestos en que nos basamos?) en el que me he encontrado con posturas muy encontradas.
Una la podéis ver en el segundo artículo y se resume así: <<
La otra postura la vemos en el artículo de Ignacio Escolar en Público (http://www.escolar.net/MT/archives/2011/03/mentiras-a-prueba-de-terremotos.html):
A la hora del debate hay quienes se posicionan radicalmente en un lado, por razones, miedo o interés, hay quien promulga que el debate debe ser únicamente científico. No pretendo dar la solución si no más bien preguntar, sin embargo me voy a permitir reflexionar en lo que se refiere al debate. Los argumentos deben ser argumentos, pero, mucho me temo, que la decisión final es política, es económica, es ideológica. Más allá de que los argumentos sean, o deban ser, racionales y objetivos, una vez conocidos los riesgos (obviando manipulaciones), ¿que cómputo racional da la respuesta de cuando vale una vida humana, de que riesgo es aceptable? Al dueño de la nuclear un riesgo que compense con los beneficios le vale. A la población probablemente menos. ¿A quién le preguntamos? Siempre aceptamos riesgos, con el petroleo también, menores y más frecuentes, claro.
Un suceso que se da cada 10 ó 12 años (tomando el dato aproximado de Escolar) es raro, pero sucede. Claro, eso no implica que vaya a ocurrir cerca de tu central, eso es poco probable. Pero en un mundo con cada vez más energía nuclear, empieza a ser más probable. El precio a pagar es claramente más alto que los riesgos que los seres humanos solemos asumir.
Todas las centrales no son como las japonesas, o si, según como se mire, están diseñadas para un riesgo que el gobierno estipula como aceptable, acorde a los parámetros que unos técnicos con más o menos escrúpulos y objetividad certifican y la central asume porque le es suficientemente rentable. Es decir, que en España no necesitaríamos un terremoto de magnitud 9 para que se rompan, si no bastante menos.
La energía nuclear MIENTRAS NO SE JODE NADA es barata y, según sus defensores, limpia (a mi me parece que estamos acumulando cierta factura de escombros). Lo de barata es también un adjetivo peligroso, porque no sé (y cuando digo no sé, me refiero literalmente a eso) si lo seguiría siendo si tuvieran en cuenta los peores casos posibles "imposibles" según los científicos de La Información, pero que se acaban dando. En una cosa tienen razón, es imposible no asumir algún riesgo.
¿Significa eso que hay que asumir el riesgo? ¿Qué no deben construirse? ¿O, simplemente, que nuestra ideología influirá en el nivel de riesgo que asumamos?
PD: Recordáis el "Pero no te olvides de Haití" de Forges? Pues añadidme Libia por favor. (En Haití siguen teniendo una situación desastrosa y en Libia hay un hijo de puta a punto de volver a gobernar)
miércoles, 5 de enero de 2011
Revolviendo trastos antiguos (otra vez)
Se paró, la miró de nuevo. De arriba abajo era perfecta, su cuerpo tan amado y tan familiar no perdió nunca la capacidad de admirarle cada vez que asomaba bajo las ropas, entre las sabanas, bajo la ducha, en la batalla. Recordó, vagamente, y sin pretenderlo, esas noches sin tregua, esas guerras repletas de batallas. Recordó, sin querer, como suele ocurrir, cuantas veces había sentido la calma con su cuerpo como colchón y sabana, cuando su mundo acababa en los confines de un somier, y por toda atmosfera tenía su edredón. No quiso, pero recordó. Al coger aire para respirar se dio cuenta de que de todo eso hacia eones, y quizás ni siquiera eran ellos, quizás fueron otros, no podía haberse tratado de ellos, de él, que escondía sus ilusiones para que ella no las encontrara, de ella, que jamás se hubiera agachado a recogerlas.
Entre todo el humo que salía de su cabeza reapareció su imagen clara para abrirse paso entre sus ensoñaciones, cogió su mano, y él supo que era su modo de suplicarle que se quedara, en el fondo, ella, que nunca había entendido nada, sabía lo que estaba ocurriendo, él ya no estaba allí, pero no había tenido el valor de decírselo, simplemente no estaba en aquel vagón con ella, y ella no lo sabía, quizás había empezado a intuirlo, pero no lo sabía. Que cruel puede ser la cobardía de un hombre –pensó. Entonces ella murmuró algo, quizás gritó, él no podía saberlo, hacia días que no estaba allí. Su voz le llegaba como en olas, cálidas y acompasadas olas que le mecían en la tranquilidad del que se duerme delante del mar. Su voz, su voz. Tan familiar y tan ajena, como ella, como él mismo.
El tren llegó a su parada –recordó, solo quien escribe sabrá por qué, que un día pensó “que paren el mundo, que yo me bajo”- y se detuvo. Como el transcurso de los minutos, o su vida. Ella rompió a llorar, y, entonces, ocurrió. El castillo se derrumbó, los cochambrosos naipes cedieron a los recuerdos, a sus lágrimas que le ahogaban como si no supiera nadar sobre ellas. Ella lloró, como suele hacer, porque es frágil, es débil, y le necesita, porque es como un bebe en la selva, y su única posibilidad para salvarse es llorar, llorar y esperar que la protejan. Lloró, él lo sabía bien, conocía sus rincones, porque tenía miedo, y porque le amaba. Ella no sentía esa ansiedad que a él le corroía, ese miedo que le perseguía en sueños y le recordaba que cuando muriera tendría que conformarse con su colección de recuerdos. Y él los desempolvaría, los cuidaría, los admiraría, pero serían tan pocos, oh, dios, había vivido tan poco… lo tenía pensado, no eran recuerdos ambiciosos los que quería acicalar antes de morir. No. Eran recuerdos pequeñitos que le habrían hecho sentir que había exprimido cada prisma de realidad. Pero nada de eso importaba ya, porque ella estaba llorando. Y él tenía la culpa. Hubiera deseado no ser él, no ansiar aquellas cosas, y haber sido cuanto ella hubiera deseado, le hubiera regalado sus recuerdos para evitar que ambos se ahogaran en tristezas. “No te preocupes, mi vida, todo está bien. Volvamos a casa.”- le susurró.
Vagamundos...
Recogerte el pelo y las legañas.
Amar con profusión el absurdo de tus mañanas.
Asfixiar mis nimbostratos.
Renacerme la mortaja.
Quise volver pero me faltó la casa.
Expiar pecados con padrenuestros.
Tomar la bastilla despojada.
Hundirme y arañarme unas branquias.
Sofocar augurios autocumplidos.
Andar sobre las aguas.
Yo quise invocar el eterno retorno,
Pero solo pude dibujar palabras.