jueves, 26 de mayo de 2011

Políticamente incorrecta

Vale, ahora es cuando suelto algo políticamente incorrecto y me venís a explicar todos que esto no funciona así, que es el siglo veintiuno y que hay que tener clase, educación, estilo, diplomacia. Pero lo tengo que soltar: me toca las narices cuando tras perder unas elecciones unos felicitan a los otros, sean quienes sean, oiga. Como en un partido de tenis: “ha ganado el mejor”, “genial el revés, doc”, “la próxima vez me quitas tú el trofeo” y a por unas copas para celebrarlo. A mi me da igual que gane Nadal o Ferrer, el Madrid o el Barcelona, claro que si, coño, que gane el mejor, con deportividad y que los barrenderos nos pillen cerrando bares. Pero esto, oigan, no es el fútbol. O al menos deberían tener el detalle de que no lo parezca. Porque cuando gana o pierde tu partido, es la voluntad del pueblo y no tu revés quien lo causa; y el que gana o pierde tampoco deberías ser tú, si no el pueblo. Y si tu ideología te dicta que la sociedad debería ser como sea que creas, no puedes ir dándole palmaditas en la espalda al ganador, clap clap, “nos vemos en las siguientes, voy entrenando mi pase”. Para cualquier bando. Se supone que luchas por defender los derechos de la gente, se supone que la política afecta a la vida de esa gente y por último, se supone que te importa. Y no, no es cuestión de que no me quiera la alegría de unos por ser diferentes a mi, lo que pasa es que me joden los pequeños detalles que delatan este circo de feria en que hemos convertido nuestra democracia.

3 comentarios:

  1. No puedo estar más de acuerdo. Es como si hubieras cogido mis pensamientos y los hubieras doblado y ordenado en cajones.

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  2. Y al final... INDIGNACIÓN y REVOLUCIÓN.

    Cuídate.

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